Después de su encuentro con reos en el Centro de Readaptación Social (Cereso) No. 3, el Papa Francisco se dirigió hacia el Colegio de Bachilleres plantel SEA para reunión con empresarios.
El papamóvil avanzó por las calles de Ciudad Juárez que lucen llenan de gente alegre por la visita del pontífice.
Bajo un cielo muy despejado, las personas agitan banderas del Vaticano, mientras varios hombres subidos en ramas de árboles casi secos agitan sus brazos para llamar la atención del visitante.
El pontífice bendijo a una persona en silla de ruedas antes de subir al templete instalado en el Colegio de Bachilleres, en compañía del obispo de Juárez, José Guadalupe Torres Campos.
Los asistentes al encuentro con el mundo laboral realizaron una “ola mexicana” como acto de bienvenida.
Francisco saludó al trabajador Adelaido, quien tiene 20 años con asistencia y puntualidad perfecta. Es viudo y responsable de sus 2 hijos.
En su intervención, el Papa le dijo a ese sector que tienen la responsabilidad de crear trabajos dignos. Recalcó que la mejor inversión es “invertir en la gente, en las personas, en la familia. Es crear oportunidades”.
“Cada sector tiene la obligación de velar por el bien de todos”, y mencionó la importancia de que el trabajo sea un espacio para construir sociedad y ciudadanía.
“¿Qué quiere dejar México a sus hijos? Quiere dejarle una memoria de explotación, de salarios insuficientes o la cultura a de la memoria del trabajo digno”, añadió.
