Por: Janeth Javier Chiñas
Agua Dulce, Ver.
Sin previo acuerdo con locatarios el Ayuntamiento de Agua Dulce, inició este miércoles con la demolición del mercado Hidalgo, en el que se estima serán construidas oficinas gubernamentales, dejando en la incertidumbre a los comerciantes que temen perder su patrimonio.
Guadalupe Hernández Jiménez quien lleva más de 33 años en el mercado en donde tiene una papelería expuso que es una injusticia lo que está realizando el Ayuntamiento, que ha hecho a un lado a los locatarios e inició con la demolición del edificio.
“La obra puede llevar muchos años y me voy a quedar fuera y cuando termine la obra voy a estar muerta, es mi única fuente de ingreso, yo no quiero dinero, lo que estoy pidiendo es que construyan un local para que pueda seguir laborando” comentó.
La mujer padece de hipertensión, diabetes, tiene dañada la vista y la papelería es su fuente de ingreso por lo cual a pesar de que expone su integridad permanece en el sitio, impidiendo que se derribe su local hasta que por parte del Ayuntamiento se firme un convenio.
El inmueble permaneció abandonado durante muchos años por parte de las administraciones municipales y quedó bajo el resguardo de los locatarios, quienes pagaban vigilante y daban mantenimiento con sus propios recursos a la central de abasto.
Son cuatro locatarios los que permanecían en la central de abasto que dependen únicamente de ésta actividad que ven en riesgo su patrimonio tras la decisión tomada por el alcalde Sergio Guzmán Ricárdez de derribar el edificio.
El jurídico del Ayuntamiento Julio César Morales Castillo arribó al mercado quien dialogó con los locatarios y presuntamente mostró un borrador de un convenio, aunque éste no ha sido aprobado por el cabildo que debe de hacerlo para que tenga validez y en un futuro los comerciantes no pierdan sus locales.
Por parte de la entidad pública se ofreció una indemnización a los comerciantes, sin embargo, hay quienes rechazaron este acuerdo y su única petición es la de que se les construya un local al lado de las oficinas para que continúen vendiendo.
Acusaron que el alcalde no los tomó en cuenta, ni siquiera les avisaron que iniciarían con la demolición del edificio, actuando de manera arbitraría, señalando que por parte de la administración no se cuenta ni con las escrituras de este lugar en el que se está invirtiendo más de nueve millones de pesos.
