URBANHISTORIAS DE CUICHAPA
Por Gustavo Martínez Contreras
Tiene 66 años y está de pie, seguro que usted la ha visto, se encuentra en el 134 de Benito Juárez como “mudo testigo del paso del tiempo” por nuestro Cuichapa, dice don Leonardo Guevara, quien amablemente me regala la historia de la ‘casa de yagua’.
Me platica don Leonardo que la casa fue construida en el año de 1951 por don Margarito González Ramos en el entonces kilómetro 10, colonia Comercial, quien trajo desde la Venta, Tabasco la palma de yagua que utilizó para la construcción de la casa, a mediados del siglo pasado los vecinos eran don Manuel Collins Elías, Victoriano González, “Tela Celia” y doña Chana.
El kalamazo (una especie de tren para personal) corría por Benito Juárez, Teodosio Cansigno Cortés era el presidente municipal, Villa Cuichapa no era Villa y la mayoría de los actuales pobladores no existíamos; a nivel nacional el llamado ‘milagro mexicano’ vivía sus mejores días con Miguel Alemán al frente.
Después de vivir un tiempo en la casa de yagua, don Margarito se la vende a don Alejandro Hernández Hernández (a) “El Picho” hasta que llega don Andrés Cortés Rosaldo, sus siete hijos nacieron en esa casa y los vio crecer. Por sus paredes están guardadas las sonrisas de los niños, las alegrías y tristezas de la familia de don Andrés.
Es de destacar que los materiales -la yagua, la madera y las láminas- que se usaron en su construcción son los mismos con los que sigue en pie, es una casa única en Villa Cuichapa, es un testigo de la historia, del desarrollo, de la transformación de nuestro querido pueblo, 66 años de ver tiempos mejores (el boom petrolero), pero también de tiempos aciagos.
Si bien es cierto que le falta una manita de gato, mucha historia le queda por ver a la llamada “Casa de Yagua” y es un símbolo de los tiempos idos, de las nostalgias que se quedaron grabadas en sus paredes. Gracias a don Leonardo Guevara por prestarme su historia para hacerla nuestra.
