COATZACOALCOS, VER.
REDACCIÓN.
Al momento en que un ciudadano fumigaba una vivienda en el fraccionamiento Las Palmas, sufrió un infarto. Pese a los intentos de la Cruz Roja, no se le pudo salvar la vida.
El deceso del ciudadano Javier Ramírez Hernández, de 66 años de edad, fue registrado a las 12:00 horas de este viernes. Supuestamente la causa de su muerte fue un sorpresivo infarto.
Cabe hacer mención que esta persona llevaba tiempo viviendo con un marcapasos implantado en su cuerpo, artefacto que se le fue implantado tras varios infartos que amenazaban con acabar con su existencia.
El ahora occiso vivía en la avenida Corregidora, número 309 del sector centro de la ciudad, y desde horas muy tempranas arribó a la casa número 176-B, de la calle Paseo de las Palmas para combatir una plaga de insectos.
Es necesario destacar que aunque en primer momento se pensaba que la muerte de Ramírez Hernández fue provocada por la inhalación de sustancias nocivas, esta versión se descartó al analizar los químicos con que trabajaba: utilizaba Konox, que es un insecticida no dañino para el ser humano.
El cuerpo fue llevado al anfiteatro para ser sometido a los estudios correspondientes y posteriormente entregado a sus familiares.
