Aprende a decir NO

0
1096
Ser demasiado servicial puede traerte más problemas que beneficios.
Respeta tus propios deseos. No realices actos que no son de tu agrado o que entorpezcan tu que hacer cotidiano.
Redacción

Desde la mirada del Coaching Silvio Raij (autor de “Coaching para el alma”), la declaración del “No” es un tema muy importante y esencial, ya que no todos tenemos a mano estas dos simples letras todo el tiempo.

Rafael Echeverría dice en su libro, Ontología del Lenguaje: “Cada vez que debamos decir “No” y no lo digamos, veremos nuestra dignidad comprometida”. Es como si vendiéramos nuestros más altos principios a un bajo precio.

Todos los seres humanos tenemos derechos y uno de los principales es la libertad, el poder elegir qué es lo que queremos para nuestra vida y desde qué valores queremos vivirla. El problema radica en pensar que, por alguna razón, no nos merecemos ser libres. Entonces cuesta admitir en voz alta: ¡Basta! ¡Estos son mis límites! ¡No! Debemos dejar la autocompasión y declararnos aprendices en este nuevo terreno emocional e ir paso a paso, sin apuro y con paciencia.

Un buen comienzo podría ser pedir ayuda. Dejar que otro sea el que diga “No” por nosotros, hasta que aprendamos a hacerlo solos.

Como dice Rafael Echeverría, “cuando somos capaces de decir que no, fortalecemos nuestras voluntad y nos damos cuenta que tenemos el poder para crear nuestra realidad, abriendo o cerrando puertas de oportunidades”.

Sin miedo al enojo

Cuando recibimos una sugerencia, una idea, orden, pedido, o tan sólo un favor, lo mejor es detenernos y analizar de qué se trata antes de contestar; sobre todo si la decisión implica algún cambio o compromiso importante.

Si después de haber dicho que “no”, usted pierde la amistad, cariño o amor de esa persona, deberá replantearse si realmente esa persona lo valoraba a usted o valoraba sus favores.

Tips:

Date cuenta de que es tu derecho
No importa a quién le estés hablando y cuál es la situación, tienes derecho a decir NO . La única razón por la que sientes que no tienes ese derecho, es porque tú elijes renunciar al él. Aprendamos a decir NO de manera que la otra parte pueda entenderlo y aceptarlo.

Conoce tus prioridades
¿Cuáles son tus metas más grandes de este año? ¿Prefieres pasar tiempo en estas metas, o en este nuevo compromiso? Conocer tus metas refuerza tus razones para decir NO . Te ahorras tiempo, dinero y esfuerzo que puedes invertir en ti.

Escribe todo primero
Si no estás seguro de cómo empezar, vuelca todo lo que hay en tu mente en una carta que no piensas enviar. Pueden ser cosas sin sentido. Pueden ser pensamientos de frustración. Trátalo como un borrador. El hacer esto te ayudará a ordenar tus ideas.

Un mail sencillo
No hay ninguna necesidad de escribir una larga carta/mail explicatorio. Puedes manejar los mail de rechazo con dos párrafos, incluye un saludo, una breve explicación del por qué de tu rechazo y en otro párrafo si lo deseas, una opción alternativa.

Puedes dar una alternativa
Esto no es necesario, pero si te sientes mal por decir no, puedes hacerlo. Por ejemplo, si tú no puedes comprometerte en un proyecto, puedes recomendarle algunas personas que puedan hacer el trabajo igual de bien que tú. De esta manera te sentirás mejor.

Sólo di no
Dilo claro y sencillo, por ejemplo: “Lo siento, pero me temo que NO puedo aceptar”. Sorprendentemente, las otras partes lo toman con mucha facilidad haciendo que tus conflictos internos no sean más que meras ilusiones.

 

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here