Lo querían linchar

Policías hacen disparos; hay cuatro heridos, tres de bala

Se desató la furia de la muchedumbre

Mundo Nuevo, Coatza., Ver.

Lázaro Cruz García

La tarde caía y en la Escuela Primaria “Benito Juárez” había gente inquieta, el profesor Pedro Tolentino Martínez, era reguardado por elementos de la Marina y de la policía estatal en un salón del plantel educativo, acusado de violar a una alumna de 9 años, solo los elementos del orden evitaban que fuera linchado por padres de familia y población en general de la congregación de Mundo Nuevo, perteneciente a Coatzacoalcos.

Las negociaciones eran ríspidas, mientras los gritos de la muchedumbre se escuchaban fuerte y claro “Mundo Nuevo quiere justicia”… el agente municipal, Cuauhtémoc López Bante, pedía orden y que no hubiera destrozos al mobiliario, funcionarios municipales le daban garantías a la madre de la menor de que la acompañarían en todo el proceso y que no habría impunidad.

La Ing. Beatriz Sánchez Broca, directora de gobierno del ayuntamiento de Coatzacoalcos, se comprometía a que el inculpado no sería soltado una vez que estuviera a resguardo en la cárcel municipal, el delegado de política regional, Felix Ciprián, ofrecía lo mismo…

Pasaban las horas y nada se resolvía, la revuelta que ha había empezado al filo de las 18:00 horas ya tenía 180 minutos de tensa espera, unos funcionarios municipales que repetían su ofrecimiento, la mamá, Dulce María Martínez, aceptaba el traslado del inculpado, los cuerpos de seguridad no atinaban a armar el operativo para sacar al docente.

Llegó la Fiscal, maestra María Isabel Hernández Cruz, hizo su arribo al plantel y parecía que todo estaba arreglado para el traslado del presunto violador y se desató la furia de la masa enardecida, en cuanto vieron al maestro salir protegido por la policía y la Marina varios proyectiles salieron volando en dirección a la burbuja de protección.

De pronto se escucharon unas detonaciones, un herido de bala a la altura de la rodilla sangraba profusamente, un señor de la tercera edad también cayó, no se sabe si fue empujado por la muchedumbre y por un proyectil de bala, además de otros dos heridos de bala, uno en el pie y una mujer en el vientre… Mundo Nuevo era un hervidero de gente.

Dentro del estacionamiento de la escuela se encontraban unos automóviles que fueron incendiados, la gente corría de un lado a otro, mientras el convoy de policías con los funcionarios y los padres de la menor y el presunto violador se alejaba rumbo a Coatzacoalcos… atrás dejaban un pueblo herido, violentado, enardecido y con el trago amargo de no haber podido hacer justicia por su propia mano.

Las huellas de la batalla ahí estaban: casquillos de bala, una granada, autos incendiados, heridos… Y sobre todo un pueblo con sed de justicia.