Por: Mariaide Ramos
Ixhuatlán del Sureste, Veracruz
Doña Hermila Cruz Domínguez, inició con la venta y preparación de tamales cuando tenía 20 años, en el año de 1955, con el firme propósito de dar lo mejor a sus hijos, quienes desde pequeños la ayudaban a la elaboración y repartición de estos en el municipio de Ixhuatlán del Sureste.
Tamales de chipil, masa colada, chanchamito, frijol, frijol blanco y bollitos, es la gran variedad que la familia Cruz Domínguez, prepara para vender cada domingo en la ciudad al sur de Veracruz, los cuales se han vuelto toda una tradición y referencia para los habitantes, quienes han sido sus fieles compradores desde hace 62 años.
“Yo de 20 años, iba a los eventos a hacer la barbacoa o res grandes, poco a poco fui variando y comencé a realizar los tamalitos, siempre me han ayudado mis 5 hijos y ellos también aprendieron a prepararlos y ahora pues como ya casi no salgo son ellos quienes me ayudar a guisar para los eventos o vender cada domingo porque nosotros guardamos los sábados porque somos adventistas”, narró doña Hermila.
Durante toda la semana se dedican a coser la masa y a despicar el chipil o tener listos los ingredientes para cada tamal. Toda la preparación se realiza en el interior de su domicilio, donde se ocupa leña y pailas grandes según la cantidad que vayan a realizar.
“Mi hija Marta es quien prepara la masa con ayuda de su hermano, Ya nosotros trabajamos de noche porque somos de sábado. Iniciamos desde las 6 de la tarde y terminamos a las 10 de la noche, para que los tamales estén calentitos para vender el domingo”, mencionó.
La venta de estos inicia desde las 6 de la mañana y sus hijos son quienes caminan por las calles de Ixhuatlán, ofertandolos o los ofrecen en el mercado, donde la ciudadanía se acerca para poder comprar su desayuno.
SAZÓN QUE SE HA HEREDADO EN 3 GENERACIONES
“Ella desde un principio nos empezó a enseñar a los 5 la preparación de los tamales y banquetes, a raíz de esto ella nos pudo sacar a todos adelante, uno de nuestros hermanos es Ingeniero Químico, 2 son Jubilados y nosotras somos la mano que la ayuda a seguir vendiendo sus platillos”, comentaron sus hijos.
Don José su hijo más grande, contó que cuando tenía 10 años, caminaba al otro lado de la autopista más de un kilómetro de ida y vuelta en múltiples ocasiones, para acarrear agua y poder iniciar con la realización de la comida el día sábado.
“Siempre buscamos ayudar a nuestra madre, ella es bien luchona y hasta el sol de hoy con sus 82 años da todo por su familia “, aseguraron.
Reconocieron que con la llegada de la pandemia tuvieron que dejar de preparar los platillos para banquetes como la barbacoa, envinado, horneado y el ministerio, sin embargo poco a poco la economía se ha vuelto a reactivar y vuelven a ser solicitados los servicios.
“Ahora con la llegada del día 2 de la Candelaria, la venta a aumentado y fuimos invitados para la Feria del Tamal que está organizando el ayuntamiento. Nos sentimos orgullosos porque el sazón de nuestra madre está siendo tomando en cuenta, gracias a sus años de trayectoria”, comentaron.
La familia actualmente se compone de 5 hijos, 7 nietos y 6 bisnietos, todos ellos ayudan a doña Hermila en la elaboración, venta y distribución de los tamales.
