“Monroe sufre una rara forma de dermatitis que se conoce como dermatitis foto-agravada”, informa su madre, Sarah Mills.
La madre de Monroe explica que cualquier exposición a los rayos UV, por mínima que parezca, dejan a la niña con dolor durante varios días. Mi hija “ha luchado contra esta enfermedad desde que nació”, lamenta Sarah.
Así mismo, Monroe fue diagnosticada con “urticaria solar”, es decir “alergia al Sol”. Esto provoca la aparición de ronchas en la piel de la niña ante el menor contacto con los rayos solares.
A pesar de los esfuerzos médicos por encontrar alivio permanente para Monroe, la rara enfermedad es incurable.
Esta pequeña ha pasado más tiempo en el hospital que lo que la mayoría de las personas adultas han pasado en toda su vida.
Lo único que evita que Monroe sea trasladada a una clínica o centro médico es un tratamiento a base de un traje húmedo completo. Este traje la protege del Sol cuando tiene que salir a la calle, pero sólo es una solución temporal. Nunca podrá salir a la calle sin permanecer toda cubierta por este tejido especial.
Por el momento, la familia y amigos de Monroe recaudan fondos para comprar una bañera de hidroterapia.
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