Por Juan Manuel Jiménez García.
AL MAESTRO CON CARIÑO.
La figura del maestro tiene un significado especial para mí, ya que como muchos saben mi madre ejerció esta bella profesión durante 40 años (sin contar los 6 años que la SEP no le reconoció cuando trabajó para la empresa Ferrocarriles Nacionales, pero eso es otro cuento), conocí de cerca a verdaderos profesores que tenían la vocación de servir.
Ser maestro en México es algo especial, por muchas razones; la cultura, nuestras raíces, la religión, todos estos factores influyeron para que esta figura fuera emblemática y de mucho respeto, todavía en la actualidad me encuentro compañeros que al igual que yo, consideramos a nuestro maestro como parte de la familia.
Al maestro se le respetaba, y lo menciono en el pasado porque en el presente los mismos padres hemos permitido que a los profesores no se les brinde ningún tipo de consideración, nos enojamos cuando regañan a nuestros hijos y enloquecemos si le propician algún tipo de correctivo por no haber cumplido con sus deberes.
Lo peor del caso es que la poca o mucha educación que recibían de parte de los maestros, no hemos podido brindárselos en casa con los resultados que ya todos conocemos, y esa figura que inspiraba a al alumno a superarse la fuimos denigrando hasta convertirlo en solo un instrumento de enseñanza.
Pero el homenaje es para aquellos maestros que supieron ser padres de 40 o hasta 50 estudiantes, para aquellos profes que pensaban en todos sus alumnos como hijos, que disfrutaban a pesar de los bajos salarios estar frente a un grupo no importándole el cansancio y el estrés, que tenían que agarrar de su sueldo para comprar cuadernos y lápices para no ver a esos niños ser marginados por los demás.
Conozco maestros que sus cabellos se han vuelto blancos por la tristeza de tantas historias tristes de sus alumnos, y que sin querer la hicieron suya y que al igual que sus estudiantes la vivieron en silencio, que las arrugas de sus rostros forman parte de la impotencia por no poder hacer más por ellos.
Hoy no asusta decir que muchos maestros fueron como nuestros padres, que en algunos casos nos sentíamos mejor en la escuela que en nuestra propia casa, que el primer halago para nuestro autoestima lo recibimos por parte de un profesor, porque al menos en mi generación siempre hubo una palabra para seguir adelante.
Soy por así decirlo una víctima de todo el esfuerzo y sacrificio de los maestros por sus alumnos o por sus niños como llamaba mi madre a todos ellos, reconozco que en más de dos ocasiones me puse celoso por el tiempo que pasaba con sus estudiantes hasta que pude entender el compromiso de un maestro.
Por eso mi reconocimiento a todos esos maestros que enseñaron de forma pareja y cuando todavía no se implementaba la llamada enseñanza integral, para todos esos “teachers” que influenciaron de manera positiva a muchas generaciones y que convirtieron un puñado de niños en hombres de bien.
Felicidades maestros por su paciencia, su tenacidad, orientación, preocupación y sobre todo gracias por su inspiración, por preguntarnos ese día que queríamos estudiar, por depositar en ese sueño en nuestros corazones y ayudar a alcanzarlos.
Felicidades maestros aunque el gobierno trate a toda a costa de desprestigiar, de desvirtuar, de criminalizar esta loable labor que realizan todos los días en el salón de clases, felicidades por luchar por sus derechos, por ser valientes, por resistir, por enseñarnos a pelear por nuestros ideales.
Para algunos quizás no hay nada que celebrar, porque el gobierno en alguna parte de la república está reprimiendo las manifestaciones, muchos maestros no podrán festejar porque tienen meses que no han cobrado por represalias por estar participando en actividades que para los sindicatos aliados al poder consideran un peligro.
Es cierto se perdió la vocación de la enseñanza y en estos tiempos cualquier escuela patito fabrica a docentes en serie, que muchos de los actuales maestros solo están recogiendo los frutos de muchos años de lucha de los verdaderos profesores, es cierto la figura se ha distorsionado un poco y también hay que reconocerlo que parte culpa de ellos.
Pero considero que poniendo en la balanza hay motivos suficientes para estar con ustedes y recordarles que son privilegiados al enseñar un espíritu virgen como lo es los estudiantes que reciben por primera vez…AL MAESTRO CON CARIÑO.
DEBATE DE LOS CANDIDATOS DEL 30 EN LCH.
Los candidatos para la diputación local por el Distrito 30, han coincidido que urge un debate en el municipio que más votos otorga a este distrito, los argumentos que ha puesto sobre la mesa son que la cabecera del 30 no representa el sentir de los demás y que la gente tiene la necesidad y el derecho de escuchar las propuestas.
Es cierto que la tecnología ayuda mucho que los mensajes sean escuchados en cualquier zona que exista el internet, pero esta situación pasa por otros motivos que son políticos pero que a luz de la crítica son válidos y voy a citar algunos ejemplos:
Como es posible que siendo el municipio de Las Choapas que tiene más candidatos en esta contienda sea excluido de ser sede de un debate entre los abanderados de los diferentes partidos, hemos comentado en este espacio que este municipio es la joya de la corona y que define la lección en este distrito.
Y no es que quiera un trato especial pero si la oportunidad de expresar las propuestas para un lugar con miles de votantes, llevar este debate a la ciudad de Coatzacoalcos no ayuda en nada a la democracia de este distrito, al contario propicia la desconfianza entre los ciudadanos y los hace sentirse marginados.
El OPLE debe permitir este debate ya que se enriquece la vida política de todos los municipios del distrito 30, ayuda a la participación en estas elecciones de la gente de estos lugares y es un medio por la cual se puede evitar el abstencionismo que se ha sufrido en las recientes votaciones.
Las condiciones están dadas para que por primera vez se realice un debate de esta magnitud en esta ciudad, por lo pronto la mayoría de los candidatos lo ven con buenos ojos y oportunidad para dar a conocer sus propuestas y conocer al candidato.
