NO hay margen de error. Lo que suceda hoy en la cancha del Azteca puede catapultar o terminar de sepultar a una Selección Nacional que ha quedado muy corta respecto a las expectativas, pero que con todo y eso, tiene en sus manos el salvar el proceso rumbo a Brasil 2014.
El cambio de timón ha traído, según los propios jugadores, un ambiente propicio para mantener el barco a flote. Víctor Manuel Vucetich ha trabajado en la cancha y fuera de ella. En lo futbolístico y lo mental -sobre todo en aquello de la confianza- para recuperar a un grupo que confía, recuerde como jugar y pueda sacar el triunfo ante un impetuoso Panamá.
El Tri se sitúa en la quinta posición del Hexagonal con 8 puntos. La mala diferencia de goles los tiene por ahora fuera, incluso, del repechaje. En cuarto sitio Panamá. Por eso el encuentro es de vital importancia. En tercero Honduras con 11. Una combinación de resultados podría poner a México en clasificación directa para unirse a Estados Unidos y Costa Rica, pero necesitan la victoria.
No hay otro resultado posible para México. No ganar sería prácticamente dejarlo con un pie fuera del Mundial, aunque matemáticamente seguiría con posibilidades. Sin embargo, el propio técnico Víctor Manuel Vucetich dijo estar seguro de la victoria ante la buena actitud que ha visto en sus jugadores.
Panamá ha copiado el método con el que Honduras enfrentó el partido ante México hace poco más de un mes. Concentrados en Miami desde hace una semana, los canaleros se han descarado al asegurar que vienen con la idea de ganar.
El estratega mexicano ya tiene su once inicial, pero se lo ha reservado para minutos antes del partido. No quiere regalar nada y mucho menos ante un rival que se ha ido de la boca en algunas cosas que no han sido del agrado de los mexicanos, lo que puede ser una motivación extra para salir a callar bocas.
¿Uno o dos puntas? ¿Tres atacantes y un solo contención? Estas son las preguntas del cómo jugará México esta noche. Lo cierto es que no se cuestiona el método de Vucetich debido a las circunstancias del caso. Se le tiene confianza y la gente parece ha respondido al último llamado de este equipo mexicano dentro de su casa, en donde no ha ganado.
Última oportunidad para este equipo de mostrar que le corre sangre por las venas, que sienten orgullo por defender -en lo futbolístico- al país que representan y sobre todo, última oportunidad para demostrar que quieren jugar otro Mundial.
