Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
“El sueño americano se acabó, me regreso a mi casa porque ya no es como antes, en la frontera nos amenazan y apedrean”, relató Carlos Enrique Caal de 17 años, durante su estancia en la Casa del Migrante de la Diócesis de Coatzacoalcos.
El joven, es originario de Izabal, Guatemala y dio a conocer que su viaje en busca de mejores oportunidades laborales comenzó hace tres meses.
Agregó que pese a que sí llegó a la frontera, tuvo que tomar la decisión de volver a casa porque no halló un buen trabajo y además, fue agredido por autoridades mexicanas.
“Voy de regreso, vengo de la frontera en Caborca, Sonora porque allá lo amenazan a uno los guardias del tren, lo apedrean, la mafia está muy pesada”, indicó.
Expuso que cuando llegó a Sonora intentó encontrar trabajo, sin embargo, no halló nada como para poder enviar el dinero suficiente a sus familiares en Guatemala.
En su intento de regresar, los guardias del tren lo amenazaron que si subía a “la bestia” lo apedrearían, por ello tuvo que andar varios kilómetros a pie.
Apenas este lunes llegó a Coatzacoalcos y el martes por la noche pretendía emprender el camino que lo acerque cada vez más a su hogar.
Recomendó a los viajeros centroamericanos a no venir a México o tratar de llegar a Estados Unidos pues aseguró que “el sueño americano se acabó”.
“Que ya no vengan porque está muy pesado acá, ya no es como antes”, finalizó.