Milagro médico

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El cerebro de la pequeña Viviana creció fuera de su cráneo, una cirugía de 4 horas y un equipo de 10 médicos.

Centro, Tabasco

Tiene apenas 22 días de nacida y ya vivió un milagro. Su nombre es Viviana; así le puso Yazmín, su mamá, una adolescente de 16 años originaria de la ranchería Oriente de Comalcalco.

De acuerdo a sus familiares, durante su embarazo nunca se percató que la niña estaba creciendo dentro de su vientre, con el cerebro fuera de su cabecita. La pequeña fue sometida apenas el pasado 30 de agosto a una extraordinaria cirugía para retirarle del cráneo el encefalocele interparietal. El encefalocele es un defecto muy raro que ocurre una vez cada 2 millones de nacimientos. Según médicos del Hospital de Alta Especialidad ‘Gustavo A. Rovirosa’, es la primera vez que se registra un caso de este tipo.

Francisco Javier Gutiérrez Moreno, director del nocosomio, explicó que se trata de una malformación congénita, un problema que se origina con el desarrollo del feto en el tubo neuronal durante la cuarta semana de gestación. Aunque su origen no se conoce con precisión, se asocia a una deficiencia materna en los niveles de ácido fólico durante el embarazo, y por lo tanto puede presentarse como una hernia.

La mitad de los bebés que nacen con esta afección mueren poco después del nacimiento; sin embargo, en el caso de la pequeña Viviana, la cirugía que es considerada un éxito, le abrió un amplio espectro de vida.

El neurocirujano Raúl Méndez Olán explicó que el cerebro no se desarrolló de manera normal, sino que salió de la cavidad craneal, formando una protuberancia parecida a una hernia de aproximadamente 10 por 12 centímetros de diámetro.

Destacó que la cirugía duró 4 horas y media, y la bebé ha evolucionado favorablemente, ya que respira y se alimenta con total normalidad, además de que sus reflejos son como los de cualquier bebé.

Viviana fue egresada sin complicaciones, tiene que estar en vigilancia ante el riesgo de una posible hidrocefalia secundaria al padecimiento.

Al quitarle la masa, el líquido se empieza a reabsorber, y entonces el cerebro tiene que tomar la forma normal. Hasta ahora la niña evoluciona bien, toda vez que después de 14 días no ha presentado ninguna complicación”, dijo.

El especialista explicó que para la cirugía, lo que se usó fue un microscopio quirúrgico “que nos permitió identificar las estructuras nerviosas, porque el encefalocele tenía masa encefálica dosmórfica, es decir, no era normal, no estaba delimitada la sustancia gris de la sustancia blanca, por lo que no tenía la función adecuada”.

Durante la cirugía se disecaron las estructuras, se hizo la disección del tejido encefálico, y se detectó que el cerebro de viviana carece de un órgano calloso importante.

Un equipo de expertos

El abordaje de la pequeña viviana tuvo tres etapas, en la que participó un equipo multidisciplinario en el que se incluyó a tres anestesiólogos, pediatras, neurocirujano y enfermeras.

El director del Hospital, Javier Gutiérrez Moreno, dijo que en la primera parte de la cirugía se tuvo que suspender a la niña en el aire, para que se procediera al abordaje.

“La cirugía implicó complicaciones, debido a que la pequeña fue entubada y anestesiada, actividades que finalmente se realizaron con absoluto éxito”, refirió.

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