‘Roba’ infección piel a diabéticos

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El 95 por ciento de problemas de caries en pacientes descontrolados en su glucosa, provoca que el mal invada el cuerpo.

 

Ciudad de México

Una simple caries en un diabético descontrolado puede provocar una megainfección que llegue al cuello, provoque pérdida de piel y ponga en riesgo la vida del paciente.

Las llamadas infecciones cervicofaciales no son casos aislados. El Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS recibe hasta cuatro pacientes por semana con esta condición.

Jovita Romero Flores, jefa de Cirugía Maxilofacial del Hospital de Especialidades del Centro Médico, explica que el 95 por ciento de estas infecciones ocurre en diabéticos descontrolados y generalmente derivan de un foco de infección bucal.

Detalla que la descompensación provoca que la infección se acelere, invada la cara y baje al cuello, hay fiebre, hinchazón en la cara y cuello.

La infección cervicofacial puede comprometer las vías respiratorias.

Se irradia 

“Se forma pus y, como si fuera lava de un volcán, busca espacio por dónde correr. Si la pus se baja al cuello, después hay pérdida de piel”, apunta la especialista.

Para prevenir las infecciones, el paciente diabético debe controlar los niveles de glucosa en sangre y debe ser extremadamente cuidadoso con su higiene bucal.

Es importante que los pacientes diabéticos informen al dentista que tiene la enfermedad y le detallen su historia clínica como la fecha en que fueron diagnosticados, los medicamentos que toman y la evolución del padecimiento.

Antes de un procedimiento quirúrgico dental, el dentista deberá solicitarle al paciente estudios de laboratorio para asegurarse que está controlado y una radiografía dental.

El dentista deberá premedicar al paciente al menos un día antes de la cirugía para reducir la posibilidad de una infección.

La experta del IMSS subraya que el día del procedimiento quirúrgico, el paciente debe tomar los medicamentos con los que trata la diabetes y desayunar.

Tras la cirugía, el paciente deberá hacer enjuagues bucales después de cada comida con el antiséptico que le recomiende el dentista.

Cuatro día después del procedimiento quirúrgico, el dentista deberá valorar su evolución, verificar que no hay sangrado y descartar cualquier foco de infección.

‘Fui al dentista y después el cuello me ardía’

La extracción de una muela casi le costó la vida a “María”, paciente diabética de 53 años.

El procedimiento se le realizó justo cuando ella tenía los niveles de glucosa disparados, lo que provocó infección que derivó en la pérdida de piel en el cuello y el pecho.

“No me dolió la extracción; sin embargo, el cuello y el pecho se me iba poniendo rojo y muy caliente, me ardía como si me hubiera quemado”, cuenta.

Fue trasladada al IMSS donde le anunciaron que tenía una fascitis necotrizante.

Para controlar la infección, la paciente fue hospitalizada 15 días y tratada por especialistas, quienes le injertaron piel en todo el cuello y pecho.

Si acude al dentista, considere lo siguiente:

• 9 de cada 100 adultos son diabéticos; y la tercera parte de ellos no lo sabe.
• Ser diabético no significa que tenga más riesgo en un procedimiento quirúrgico dental.
• El riesgo es el descontrol de la enfermedad; asegúrese de ser tratado por un profesional.

Con información de Reforma

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