Jairo Torres Luria
60minutos.digital
Pese a ser de suma importancia que el rastro municipal cuente con un médico veterinario que se encargue de la revisión de los semovientes que ahí se sacrifican, corroborando que estos no estén enfermos y representen peligro para los habitantes del municipio que consumen su carne o los diferentes productos que de ellos se derivan; esta situación aún no es tomada en cuenta por las autoridades municipales.
Este lugar lleva más de un mes y medio operando sin que una persona con el conocimiento y preparación supervise los sacrificios que a diario se realizan.
Tras no haber quien se encargue de esta actividad, algunos ganaderos pueden estar aprovechando la situación para sacrificar animales que podrían tener algún tipo de enfermedad como puede ser la brucelosis o tuberculosis o bien tener diferentes tipos de parásitos, que de manera rápida podrían ocasionar daños a la salud de las personas, incluso llevarlos a la muerte.
Un serio peligro es el que corren los miles de pobladores de todo el municipio que acuden a esta villa para adquirir carne de res, ya que esta podría estar contaminada por alguna enfermedad, por lo cual es necesario que a la brevedad, las autoridades municipales, precisamente las encargadas de salud tomen cartas en el asunto para enviar un nuevo médico veterinario el cual se encargue de la supervisión de los animales sacrificados, para que en caso de haber algún animal enfermo se evite su carne llegue a las diferentes carnicerías, en donde es vendida al público.
Cabe hacer mención que durante trece años el rastro municipal ha contado con un médico veterinario el cual se encarga de evitar que carne contaminada sea consumida por la población y este a operado bajos las normas de salud solicitadas por salubridad.
