Las bancas llenas de excrementos de aves que son un riesgo para la salud de las familias, por las noches está en penumbras.
Las Choapas Ver.
Lázaro Cruz García
El parque municipal Benito Juárez García del municipio de Las Choapas luce en el mas completo abandono por parte de la presente administración municipal de Miguel Ángel Tronco Gómez.
El emblemático centro recreativo de Las Choapas luce con sus bancas llenas de excremento de las aves, un charco con agua verde y por si fuera poco por las noches está en penumbras ya que las lámparas y reflectores no encienden, por lo que los que transitan se tienen que alumbrar con sus celulares.
Con las bancas llenas de excremento los paseantes y familias no tienen donde sentarse, “es una vergüenza de como Miguel Tronco tiene nuestro parque; exclamó una damita”.
Por el abandono las abejas africanizadas se han anidado en los arboles lo que pone en riesgo a las familias.
No cabe duda, que esta administración le quedó a deber a la ciudadanía en general ya que muchas obras tuvieron reclamos.
El excremento de estas aves representa también un riesgo para salud de las familias ya que la presencia incontrolada en entornos urbanos pueden ser una fuente de enfermedades generalmente producidas por la acumulación de excrementos; sin olvidarnos de la tan temida y comentada Gripe Aviar.
Estas aves pueden servir de reservorio y hábitat a buen número de insectos y ácaros, causantes de múltiples alergias en humanos y en particular en segmentos de población más vulnerables como niños y ancianos. El control de aves no sólo es esencial para evitar daños en los edificios sino también para minimizar los riesgos para la salud que plantea la presencia incontrolada de ciertas aves en entornos urbanos.
Algunas de las enfermedades más comunes pueden ser:
Salmonella – esta bacteria se desarrolla en las zonas de acumulación de excrementos.
La psitacosis – también llamado Ornitosis Esta infección puede ser originada por la inhalación de la bacteria de procedente de excrementos secos y plumas.
Gripe Aviar, conocida también como enfermedad de Newcastle. Este virus puede ser transmitido a las personas cuando están expuestas a excrementos de palomas infectadas.
Los ácaros de aves a menudo se encuentran en los nidos y lugares donde pernoctan.
