Viven días de angustia en el hospital comunitario de Coatzacoalcos
Juan Manuel Jiménez García.
Las Choapas, Ver.
Mientras que la mayoría de las familias se preparan para las fiestas de fin de año, y hacen planes para la cena de navidad y la fiesta para despedir el 2019, asisten a las tiendas departamentales a escoger la ropa que usarán en estas fechas importantes y organizan con todos los miembros la tradicional cena de nochebuena.
Pero para la familia de Mauricio Castellanos Pérez, policía municipal de las Choapas que se encuentra internado en el hospital regional Valentín Gómez Farías de la ciudad de Coatzacoalcos, luego que fuera herido de bala por un presunto delincuente cuando trato de detenerlo minutos después que asaltara un hotel en el centro de la ciudad, es totalmente diferente.
Con el Jesús en la boca cada cambio de guardia de médicos y enfermeras del hospital comunitario es un martirio para ellos, la esperanza y la fe en Dios los mantiene de pie y esperando un milagro para que Mauricio regrese a casa.
Para ellos, la familia, no importa si el presunto responsable está libre, no hay tiempo para guardar sentimientos negativos en su corazón a pesar que queda la duda sobre el actuar de las autoridades y en especial de la Subunidad Integral de Procuración de Justicia, pero eso lo dejan en manos de la justicia divina.
Mientras que Mauricio Castellanos Pérez se debate entre la vida y la muerte en una cama del hospital Valentín Gómez Farías, sus compañeros de la policía municipal trabajan con el pesar que algunos de ellos estuvieran en el lugar de su compañero, pero cumplen con el deber de brindar seguridad a la ciudadanía aunque su corazón y mente se encuentran en la ciudad de Coatzacoalcos.
Muchos de ellos dicen estar preocupados porque las leyes actuales protegen más al delincuente que a los policías y una clara muestra de esto, es la situación que se presentó en este caso que con los agravantes en su contra el agresor pudo recobrar su libertad mientras que el compañero lucha por su vida.
Sobre la polémica que se ha generado sobre que si Mauricio actuó conforme a los protocolos que se rigen en esta situación de detener a un sospechosos de asalto con una arma de fuego, ellos dicen entender la actuación del policía que salió herido, porque si hubiera disparado quizás Mauricio estaría en la cárcel señalado de abuso de autoridad y que tendría a la Comisión de derechos Humanos encima de ellos.
“en ocasiones queremos repeler la agresión, pero pensamos en todas las consecuencias que nos acarrea disparar nuestra arma, no importa si el delincuente nos amenaza con hacernos daño, las leyes siempre lo van a defender”, señalo un policía que pidió el anonimato.
Sobre la madrugada de ese miércoles que salió herido Mauricio, no han querido hablar, pero trasciende que hubo una confusión por parte de la compañera que solicitó la ayuda por medio de radio si dar las características del sujeto, y que cuando acudieron al punto detuvieron a otras personas dando tiempo que el agresor tirara el arma en el arroyo el Control.
El consuelo tanto de las familiares como de los elementos de la corporación policial preventiva, es sobre el apoyo que ha tenido la administración del alcalde Miguel ángel Tronco Gómez quién no repara en gastos para permitir que Mauricio cuante con toda la asistencia médica y los medicamentos requeridos.
La posada de la policía municipal fue suspendida hasta el regreso de Mauricio, no importa cuando, el departamento quiere estar todos, celebrar juntos.
Se acerca la navidad y con ello el nacimiento del niño Jesús, El Hijo de Dios que trae esperanza para la familia y los compañeros de Mauricio Castellanos Pérez, que así sea…
