Por Gustavo Martínez Contreras
No hay año en que no explote algo en este país, las muertes se acumulan por miles y, oiga usted, no pasa nada ¿qué sucede en mi México lindo y qué herido que se dan éstas condiciones de impunidad?
La trágica explosión en Tultepec, Estado de México, desnuda lo que son los gobiernos estatales y municipales, el secretario general del estado, un tal Manzur, dice que por ahora no hay tiempo de hacer investigaciones ¿será que es un tipo muy ocupado como para hacer su trabajo? ¿Qué tiene que suceder para que se dé su tiempecito para investigar? Ahora que si es por incapacidad, que renuncie y deje que otra persona haga el trabajo.
De los puestos calcinados por la explosión van a surgir corruptelas, de las cenizas saldrá negligencia, de los cuerpos quemados aparecerán omisiones, con los escombros se tapará todo y a esperar tranquilamente la siguiente explosión.
Discursos van, discursos vienen, funcionarios viejos, funcionarios nuevos, presidente, gobernadores, presidentes municipales ¿qué hacen estos señores? Nosotros, el pueblo, estamos tan metidos en nosotros mismos que mientras la tragedia no nos alcance no hacemos nada ¿qué esperamos? ¿Nos merecemos éste tipo de gobierno? ¿Valemos una despensa, una lámina?
Por lo pronto 32 personas se suman a una larga lista de muertos por corrupción, negligencia u omisión por parte de gente que sólo ve cómo engordar su bolsillo y se disfraza de servidor público.
Vaya pues, nos vemos en la próxima entrega.
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