Con la esperanza que no sean los restos de Dayana

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En el kínder donde estudiaba Dayana no pierden la fe, por otro lado los padres de familia tienen temor

San Pedro, Navolato.- En el jardín de niños al que asistía Dayana conservaban sus cosas y su lugar cuando se realizaron operativos de búsqueda, posteriormente este medio no ha podido hablar con maestras y la directora, quienes no han dado declaraciones ni permitido la entrada al kínder, a la espera de los resultados de ADN.

TEMOR
La preocupación de los padres y las madres de familia en la sindicatura, donde fue raptada una niña de 5 años el pasado 6 de junio, hizo demandar a las autoridades del lugar mayor vigilancia para los menores que asisten a las escuelas.

Ana, madre de una pequeña estudiante, considera que la manera de organizarse para garantizar la seguridad de sus hijos cambió, pues Dayana Esmeralda Fierro fue raptada a unas cuadras de su casa, en la colonia Los Aguacates, a la luz del día, cuando un hombre se la llevó a la fuerza en una camioneta Chevrolet tinta, modelo 2002, aproximadamente, cuando ella volvía de la tienda, por lo que la comunidad teme que vuelva a ocurrir un evento como este.

La Fiscalía General del Estado dio a conocer en días recientes que encontraron un cráneo, el cual señala es de la menor, versión rechazada por los familiares, quienes esperan los resultados de una segunda prueba genética.

El síndico del sitio, Luis Alberto López Quevedo, aseguró que la vigilancia aumentó y que han tenido acercamiento con la familia para brindarle apoyo y también está a la espera de conocer los resultados de la prueba genética que demandaron para asegurarse de que la osamenta encontrada el 23 de octubre pertenece a la niña.

DEMANDAN VIGILANCIA
López Quevedo, síndico de San Pedro, Navolato, aseveró que la seguridad de la zona se ha incrementado, ya que se pidió a las autoridades mayor vigilancia y, según López, “la Dirección de Seguridad Pública ya tenían también el plan”. 

Indicó el síndico que la seguridad en la zona ya estaba pensando reforzarse: “Hacen un recorrido constantemente aquí en San Pedro a la hora de entrada de los niños a la escuela y a la hora de salida, y después en las tardes se ven patrullas rondando”, reiteró; sin embargo, no sabe cuántas patrullas hay asignadas.

“Se acercaron padres de familia, de las escuelas primarias y kínder. La gente tenía miedo que sus niños fueran a la escuela”, dijo el síndico, argumentando que para cuando se acercaron a él ya se estaban llevando a cabo gestiones para más seguridad en el área, pero a partir de esta preocupación vecinal pidieron reforzamiento.

En cuanto al alumbrado público, “estamos en un 80-90”, aseguró López Quevedo, quien después mencionó:

“Nada más que ahorita como es temporada de lluvias muchas de las lámparas se dañaron, pero todas las lámparas estaban funcionando”.

Así como la familia y los vecinos de Dayana han asegurado que la seguirán buscando con vida, pues no creen que el cráneo encontrado sea de la menor de edad, López expuso:

“Nosotros seguimos esperando que la Fiscalía haga otra prueba de ADN al cráneo”.

Por último, comentó que han tenido acercamiento con la familia de la niña: “Se le ha apoyado en seguridad en el área de la casa. Nosotros estamos siempre pendientes de ellos“, concluyó.

MÁS PROTECCIÓN
Ana, trabajadora social de campos agrícolas y habitante de San Pedro, ha escuchado diversos comentarios en la gente de Navolato. A pesar de vivir en el mismo pueblo que la familia de la menor raptada, dice no tener contacto con ellos, pero bastó con saber lo ocurrido para organizarse con sus vecinos para pedir mayor seguridad, sobre todo para los estudiantes:

“En San Pedro sí tenemos miedo, la verdad. Sí tenemos miedo porque yo siempre he llevado a mi hija a la escuela, y ahora con más razón”, comentó Ana.

Una de las principales cosas que cambiaron que Ana pudo percibir es que antes los papás que llevaban a sus hijos a la escuela era un grupo muy reducido, y ahora son más los que los están llevando hasta la puerta de la escuela:

“La mayoría, el 90 por ciento estamos llevando a nuestros hijos”, aseveró.

Personalmente u organizados por grupos de vecinas que llevan a sus hijos un día y se turnan para que al día siguiente los lleve otra madre de familia, Ana dice que todo es por miedo después del rapto de Dayana el 6 de junio.

La ciudadana considera que la seguridad a partir de la desaparición de Dayana mejoró, pues empezó a haber rondines de militares, estatales y municipales más frecuentes; además de que también la iluminación pública ha fallado en algunas ocasiones; sin embargo, lo resuelven al poner un reporte a las autoridades correspondientes de manera rápida.

“Desde que pasó lo de la niña ha habido mucha vigilancia. Anteriormente teníamos, pero no era constante. Hasta los helicópteros estuvieron los primeros días”, enfatizó.

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