Doña Martha, partera por más de 60 años

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Juan Manuel Jiménez García.

Las Choapas, Ver.

Su nombre verdadero es Irma Rodríguez Ortiz, pero de cariño todos los pobladores de la colonia Tancochapa le dicen Doña Martha, vive desde hace 50 años en la calle Central 139, dicen, los que la vieron de joven, que era una hermosa mujer, con una caballera que le cubría toda la espalda, pero es más conocida por su oficio de partera desde 60 años.

Doña Martha no recuerda cuantas niñas y niños ayudó a nacer, solo dice que son muchos, que los tenía escrito en una libreta, pero ésta se perdió y de ahí perdió la cuenta.

Oficio que heredó de su madre y que junto con otra hermana de nombre Concepción, la llevaron a práctica durante varios años, ahora su hija, Armidia, continúa con la tradición familiar y empieza a asistir sus primeros partos.

A sus 78 años de vida, Doña Martha dice sentirse feliz de haber presenciado varios nacimientos; “Me siento feliz, muy feliz, atendí 4 partos de nalguitas y tres paraditos, a tal grado que el niño se movía en vaivén sobre el piso, tengo cantidad de niños que traje al mundo, no solo en el municipio de Las Choapas sino también de la región de la Chontalpa en el estado de Tabasco”.

Sobre el mensaje a todos esos niños que vio nacer, Doña Martha expresó lo siguiente; “Los aprecio, los quiero mucho, fueron mis manos que los recibieron y por eso el cariño que les tengo a los que vi nacer”.

Como anécdota, nos dice que ha atendido hasta tres generaciones, es decir, a la mama, la hija y la nieta, y que eso le conforta su corazón, porque considera que realizó su trabajo de la mejor manera.

Al borde de las lágrimas, señala que todo lo hizo con amor, y que a pesar de su avanzada edad, todavía el año pasado tuvo 8 partos atendidos con éxito.

Con orgullo nos dice que de clínicas privadas y hospitales públicos, le llamaban para que atendiera partos complicados.

Doña Martha, aparte que ayudaba a las mujeres a tener a sus hijos, es también reconocida por tallar, ensalmar y curar el empacho de niños y adultos.

En la actualidad tiene problemas de la vista, la mayoría del tiempo se le pasa sentada en el pasillo de su casa que da a la calle principal de la colonia, donde no falta alguna persona, de los tantos que vio nacer, que la saluda de manera efusiva.

A pesar que se ha perdido la tradición de nacer con ayuda de partera, todavía mujeres acuden con Doña Martha por la confianza que inspira, ya que nunca tuvo alguna complicación durante el nacimiento que no pudiera solucionar.

Quizás, el que está leyendo esta nota puede ser uno de las niñas y niños que Doña Martha recibió en sus brazos.

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