Veracruz, Ver., 06 de agosto de 2014
El Gobierno del Estado de Veracruz, a través del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC), en un esfuerzo conjunto con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), exhibirá durante los meses de agosto y septiembre la obra más reciente del ceramista mexicano Gustavo Pérez, en la Sala Ida Rodríguez Prampolini del IVEC de Veracruz; inaugurando su exposición este viernes 08 de agosto, a las 20:00 horas.
Su obra es mundialmente conocida, exhibida en museos de México, Estados Unidos, Canadá, Sudamérica, Corea, Japón y Europa; Gustavo Pérez es el ceramista mexicano más reconocido, su trayectoria artística de más de cuarenta años de trabajo lo ha hecho merecedor del Premio Nacional de Cerámica 2012.
La muestra nos presenta a uno de los artistas que más ha aportado a la práctica de la cerámica, no sólo en Veracruz sino a nivel nacional e internacional.
Su trabajo se caracteriza por una dedicación fundamental a la exploración de las posibilidades creativas que ofrece el torno de alfarero. Aunque ha creado series de piezas hechas con otras técnicas, el torno sigue siendo el centro alrededor del cual gira su universo.
Creador de piezas de alfarería y esculturas en cerámica, Pérez ha desarrollado series técnicamente bien diferenciadas, que él mismo ha definido como forma abierta, dibujo en la cerámica, heridas, cortes,reconstrucción, pliegues y compresión. Cada caso ha surgido de una investigación sistemática y lúdica, sobre las infinitas posibilidades de manipular la arcilla a partir del torno.
El ceramista es oriundo de la Ciudad de México, nació en1950, ingresó en los años 70’s a la Escuela de Diseño y Artesanías (EDA). En los 80’s recibe una beca para estudiar en la Academia Saint Joost en Breda, Holanda, y trabaja como invitado en el taller de Sint PaulusAbdij en Oosterhout, Noord Brabant. Una década después de regreso en México construye su propio taller en Zoncuantla, Xalapa, donde actualmente radica.
Sobre el autor, Manuel Velázquez nos señala “El espacio en su obra adquiere sus propiedades oníricas, a partir de las formas y movimientos del torno y la vasija, Gustavo Pérez ha llevado de esta manera, la expresión de la cerámica a la más exquisita estética, ofreciendo modos diferentes de ver y hacer; infinitud de territorios íntimos de los que nos apropiamos como observadores”.
