Jairo Torres Luría
60minutos.digital
Timoteo García Mendoza lleva 10 años en la labor de la albañilería, esta comenzó a realizarla luego de que fuera despedido de la empresa Pemex, y por la necesidad de sacar adelante a su familia optó por trabajar en construcciones.
Señaló que con el paso del tiempo fue aprendiendo a realizar esta noble labor, con la cual ha conseguido darles lo necesario a sus familiares.
Explicó que al acudir como ayudante con algunos “maestros albañiles” observando con atención fue aprendiendo a utilizar las múltiples herramientas que esta requiere, como es la plomada, cuchara, pala, cincel, martillo, clavos, alambrón, nivel, entre otras; ahora con el paso del tiempo él ya se desempeña como “maestro” haciéndose cargo de diferentes obras.
Tras haberse celebrado el pasado sábado el día de las “Santa Cruz”, dijo que en todas las obras en las que ha estado sus patrones le han permitido colocar la mencionada Cruz, y es que hay muchas personas que por sus creencias no lo permiten.
Esta es una cruz hecha de desperdicio de la obra y la adornan con lo que se encuentren a la mano, es colocada en el lugar más alto de la construcción y la terminan de adornar con papeles de colores y flores.
La manera de celebrar esta fecha es diferente, dijo que algunos patrones actúan de mejor manera y estos les realizan un pequeño convivio en donde degustan diferentes platillos y las tradicionales cervezas, en otros casos los dueños de la construcción ponen la comida y ellos las bebidas.
Señaló que este trabajo ha sido riesgoso, pero por fortuna y bajo la protección de Dios él y sus compañeros no han sufrido de algún accidente, ya que por dedicarse a realizar trabajos particulares no cuentan con seguro médico, ni de otro beneficio extra, por lo cual quedan expuestos de sufrir algún accidente y sus familiares quedarían desprotegidos.
Esta festividad tiene sus antecedentes en la celebración precristiana conocida como Festividad de los Mayos en la que se conmemoraba el tiempo medio de la primavera rindiendo cultos a la naturaleza.
En especial, se festejaba adornando un árbol o erigiendo un tronco o tótem al que se le ponían adornos o flores, mientras se hacían danzas rituales y se cantaban o hacían recitaciones.
Con la llegada del cristianismo, esta fiesta fue adaptada a la nueva fe, reemplazándose el tótem por la cruz cristiana.
Terminó diciendo que esta fecha es de importancia para todos los que viven de la “cuchara”, por lo cual año con año se encargan de realizar por lo menos algunos convivios.
