Hoy se cumplen 25 años de la trágica muerte de Don Fráncico Balderas Gutiérrez, para muchos Chico Balderas, si aquel 4 de agosto de 1991 Nanchital perdía a uno de sus hijos predilectos
Nanchital Veracruz
Lázaro Cruz García
Aquel trágico 4 de agosto de 1991 Nanchital se ponía de luto, la noticia de la muerte del líder más poderoso del sistema petrolero Francisco Balderas Gutiérrez, corría de boca en boca de calle en calle de pueblo en pueblo hasta convertirse en un hecho relevante a nivel nacional…Chico se habría suicidado de un balazo en su casa de la calle Juárez número 40 ubicada frente a la Iglesia a donde todos los días llegaba a orar.
Quienes recuerdan la tragedia de hace 25 años cuentan que Chico por la mañana acudió a misa, se le vio pensativo y muy reflexivo, retornó a su domicilio, subió a su recamara y minutos después se escuchó un estruendo; el hombre fuerte de Nanchital y de la region y todo poderoso líder petrolero se había disparado en la boca.
Su cocinera de toda la vida Carmen Escobar, lo encontró tendido sobre la cama con una pistola en la mano derecha, estaba inconsciente y aún con vida, inmediatamente subieron a la escena de la tragedia Benjamín Núñez, uno de sus ayudantes, y éste llamó a José Ernesto Balderas Guzmán, hijo del dirigente quien con la ayuda del chofer Froylán Macías lo bajaron y lo trasladaron al Hospital de Pemex, ahí al ser atendido por el Dr. Pedro médico de guardia quien lo declaró clínicamente muerto a las 10:40 de la mañana.
Aquí comienza la leyenda y la inmortalidad del líder sureño, aquí comienzan las especulaciones en torno a su muerte familiares, amigos, e incondicionales manejaban una serie de versiones, las crónicas de algunos medios publicaron lo que decía la vox populi; Chico cayó de las escaleras y se desnucó”; “limpiaba una pistola y se le disparó”; “sólo está herido, se lo llevaron a México”; “sufrió un atentado”; “alguien lo envenenó y optó por darse un balazo”.
“Las dudas se acrecentaron según una crónica publicado en el semanario PROCESO relatado por Musió Cárdenas cuando uno de los guardaespaldas de Chico Balderas despojó de su cámara al fotógrafo de servicios periciales de la Procuraduría estatal y le veló el rollo con las imágenes del cadáver
Al final la versión oficial del agente del Ministerio Público, Pedro Carreón Alor fue que Chico Balderas se había suicidado siendo el reporte de los legistas que el disparo había entrado por la bóveda palatina, perforando el hueso occipital (en la parte posterior de la cabeza), en una trayectoria de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás La autopsia sí se había realizado.
¿Qué fue lo que orillo al líder petrolero a suicidarse?
Una de las versiones que nunca ha sido desmentida fue que aquel 4 de agosto el líder petrolero habría recibido una llamada de la Secretaria de Gobernación presidida entonces por don Fernando Gutiérrez Barrios , a Don Chico le abrían dicho entonces sobre su retiro voluntario del sindicalismo o sobre una investigación sobre el manejo de mucho dinero que los trabajadores disidentes habían interpuesto en las altas esferas del gobierno y del Comité Ejecutivo nacional del STPRM, Chico comenzaba entonces a no servirle al sistema de gobierno, empezaba entonces el derrumbamiento del sindicato petrolero.
El primer llamado para retirarse de la vida sindical fue a fines de 1990, cuando se preparaba la designación del nuevo secretario general de la Sección 11, Balderas ofreció al dirigente nacional del sindicato petrolero, Sebastián Guzmán Cabrera, que se jubilaría para dar paso a una nueva generación de líderes La elección recayó en uno de sus hombres de confianza, Rubén Hidalgo Ledezma, quien había sido tesorero de la organización y diputado federal suplente Pero Balderas no se jubiló y proclamó su supremacía en la Sección 11, al tiempo que anunciaba el perdón a los grupos disidentes que lo impugnaban, apoyados por Guzmán Cabrera.
Tres días después de su muerte Sebastián Guzmán Cabrera, líder nacional del sindicato petrolero habló en discurso sobre los atributos de Chico Balderas y consideró que con su muerte se cerraba un capítulo en la historia del STPRM, y descartó que el suicidio tuviera como origen problemas políticos y sindicales
Pero un día fue más que suficiente para cambiar de opinión De regreso a la ciudad de México, anunció que el STPRM pediría una amplia investigación sobre la muerte del dirigente de la Sección 11 y sobre el manejo administrativo, en virtud de las denuncias que han presentado trabajadores disidentes de esa organización
Creía haber consolidado así un imperio
Sus primeros pasos en la vida sindical los dio al amparo del antiguo cacique de Nanchital, Manuel Pérez Escalante, enemigo de Joaquín Hernández Galicia Luego de ocupar cargos menores, la gran oportunidad llegó, en 1974, cuando Hernández Galicia armó un complot para echar del sindicato petrolero a Pérez Escalante y poder controlar así una de las secciones más importantes de la zona sur Chico Balderas aprovechó una ausencia de su jefe y protector y convocó a una asamblea, donde llevó a la secretaría general a un compadre suyo, Ignacio Martínez, a quien años más tarde terminó jubilando
Nunca cedió el poder en la Sección 11, hasta su muerte el domingo 4 Para que nadie dudara de su respeto a la democracia, evitaba reelegirse en la secretaría general Pero la democracia la entendía a su manera: dos años ocupaba el cargo Chico y los otros dos su hermano Felipe, a quien manipulaba a su antojo
Se venía la expansión de Pemex en la construcción de los complejos petroquímicos en el sur de Veracruz, dentro de la jurisdicción sindical de la Sección 11, le otorgó un poderío económico sin precedente El manejo de más de 20,000 trabajadores,
Pronto se adueñó del pueblo, al cual hizo llamar Nanchital de Hernández Galicia, sin acuerdo de la Legislatura del Estado Finalmente aceptó que el nombre oficial fuera Nanchital de Lázaro Cárdenas del Río
Mesiánico hasta el exceso, Chico Balderas supo explotar el fervor guadalupano Organizaba peregrinaciones cada 12 de diciembre, no sólo en Nanchital sino también en Coatzacoalcos y ayudaba a la construcción de templos y seminarios de la Iglesia Católica Su identificación con el clero era pública y sus dádivas también Hasta prestó el salón “Salvador Barragán Camacho”, en 1980, para la consagración de un sacerdote
AL SERVICIO DEL SISTEMA
Políticamente, Balderas fue un pilar del sistema, al que sirvió en todos los mítines priístas aportaba entre 10,000 y 15,000 trabajadores, a los que muchas veces obligaba a abandonar sus labores en la industria petroquímica para que asistieran, este es un pequeño del hombre que cumple 25 años de muerto.
