Te damos algunos consejos para que la vacunación resulte más agradable para los peques y se minimice el miedo.

Tabasco

Como adultos sabemos que la aplicación de las dosis preventivas contra enfermedades es fundamental y necesaria, pero a nuestros bebés les va bastante mal los pinchazos, y aunque quizá haya algunos que no lloren, lo normal es que se irriten y nosotros, como padres, también suframos con ellos.

La ciencia ha dado a conocer que es probable que en un futuro las vacunas no se administren tal y como se hace ahora, con el consiguiente dolor y molestias en la zona que esto suele acarrear.

Las vacunas salvan entre dos y tres millones de vidas cada año, revela la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a su vez revelan algunos consejos para que la vacunación resulte más agradable para los peques y se minimice el miedo que dicho momento provoca entre los bebés y los padres.

Reducir el dolor y la ansiedad

Es difícil no sufrir cuando les vemos a ellos pasarlo mal, y todo lo que podamos hacer por ayudarles y por minimizar las molestias y la ansiedad que produce la vacunación, debe ser tenido en cuenta.

Consejos a los padres o cuidadores

La OMS recomienda que dar el pecho a los lactantes durante la vacunación o inmediatamente después, es bueno, pues está desmotrado que la “tetanalgesia” ayuda a que los niños sufran y lloren menos.
En los menores de cuatro años también funciona distraer su atención con juguetes, música o vídeos.
Algunos anestésicos locales ayudan a minimizar las molestias en el momento de la vacunación.

Padres, paren de sufrir

No cabe duda de que el momento de la vacunación genera ansiedad y miedo también en los padres, pues aunque sabemos que es lo mejor para ellos, nos duele verles llorar y pasar un mal rato.
El dolor en el momento de la vacunación es la principal fuente de ansiedad para los cuidadores de los niños, por lo que especialistas han considerado importante abordar este tema para que ningún padre retrase o evite la vacunación de sus hijos por causa del dolor.

Cuidados posteriores

Una vez puestas las vacunas muchos padres desconocen qué tienen que tener en cuenta después.

Comida: aunque las vacunas tienen más efectos secundarios, no hay que modificar en nada su dieta ni los horarios de alimentación. Simplemente, seguir dándole lo que tome, ya sea leche materna o artificial,  como de costumbre.

Efectos secundarios: entre el 15 y el 20% de los niños vacunados pueden sufrir un aumento de la temperatura corporal, que puede llegar a quedarse en febrícula, puede ser fiebre y, en el 2% de estos niños, puede llegar a pasar de 39ºC.
En caso de que haya fiebre superior a 37,5ºC en axila, se recomienda darle al niño algún antitérmico, normalmente paracetamol, ya que el ibuprofeno no está indicado hasta que son más mayores. Para saber cuánto paracetamol le corresponde a tu bebé según el peso, puedes leer esta entrada en que explicamos cómo calcularlo.
La fiebre puede llegar hacia las 6-7 horas desde que se le pone la vacuna al bebé y puede durar entre 24 y 48 horas
En el caso de vacunas con virus vivos atenuados, como la triple vírica de los 12 meses, la fiebre llega entre los 5 y 10 días, generalmente, tiende a durar lo mismo en el tiempo (uno o dos días) y ésta puede ser algo más elevada.

Otros síntomas habituales son: la irritabilidad y el dolor local e hinchazón en la zona del pinchazo. En el primer caso se recomienda atender al niño, cogerle, darle mucho cariño y tratar de hacer lo habitual cuando el bebé llora. En el segundo caso, puede aplicarse frío local para rebajar la hinchazón.