En el limbo de lo ilegal y lo inmoral…
El recurso invertido en las obras del 2015 que fueron señaladas con ‘daño patrimonial’, se recuperó en el 2017, cuando el Ayuntamiento las registró como ‘obras nuevas’ y así evitar pérdidas
Agua Dulce, Ver.
Alfredo Santiago H.
La administración del exalcalde de Agua Dulce, Daniel Martínez González, durante su último ejercicio fiscal (2017), registró dentro del paquete de obras de ese año las mismas obras que le fueron señaladas con daño patrimonial en el 2015, una estratagema para evitar perder dinero y solventar el daño con recursos públicos.
Cabe recordar que a principios del 2017 se dieron a conocer los resultados de la cuenta pública 2015, en donde Agua Dulce resultó con un total de 8 señalamientos técnicos por un monto de 5 millones 667 mil 916 pesos con 93 centavos.
Las obras señaladas son: una ampliación en el sistema de drenaje sanitario en la calle Juan de la Barrera y callejón Barcelata de la colonia Emiliano Zapata; un colector de aguas negras en la calle López Mateos, en colonia Emiliano Zapata; y ampliaciones de red eléctrica en media y baja tensión en colonias como Kilómetro 2, Díaz Ordaz, Mil Cinco, Tonalá, Los Pinos y El Muelle.
El entonces alcalde Martínez González junto con los miembros de la comisión de Hacienda, como Maribel Lalo Jacinto, Alfredo Villanueva Laureano o Agustín González Córdova, no pudieron solventar las observaciones del ORFIS por lo que alcanzaron la última etapa del proceso, siendo recomendados a devolver a las cuentas del Ayuntamiento 5.6 millones de pesos por concepto de las obras no solventadas y tres millones de pesos en multas.
SUPUESTA DEVOLUCIÓN
Posteriormente, el Gobierno Municipal, nunca de manera oficial, dio a conocer que el daño había sido resarcido, es decir, que devolvieron el dinero, pero nunca se especificó de qué forma, mientras que el ORFIS no actuó legalmente en contra de estos personajes.
No obstante, fuentes del municipio de Agua Dulce conocedoras del procedimiento ante el Órgano de Fiscalización expusieron que en el 2017 se aplicaron recursos en las obras señaladas, que obviamente ya existían, y de esta forma se ‘cubrió’ el pago de las mismas.
Son obras que se pagaron en el 2015 porque existen, pues el problema de las mismas no es que hayan simulado la construcción de algo, sino que se ejecutó el recurso, pero hubo problemas técnicos para poner a operar la obra; es decir, que existían, pero no sirven.
Para el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS), el término “operación deficiente de obras concluida” es el que se aplica en estos casos, en donde a pesar de la existencia material, se calcula el monto total del proyecto como presunto daño patrimonial.
Resultó que en los registros del 2017 están las ocho obras señaladas del 2015, las cuales fueron advertidas por la actual administración municipal como “duplicadas”, pero en realidad resultó que se trató de una estrategia para devolver el recurso por el daño patrimonial, del mismo erario público.
Finalmente, se debe destacar que en el caso de las obras de ampliación eléctrica, a pesar de aparecer doble (la primera vez para construir y la segunda vez para saldar el daño patrimonial) ni siquiera están funcionando, no obstante, el ORFIS ha hecho caso omiso a estas irregularidades fomentando la impunidad.
