El ‘Hachiko’ de Saltillo; perrito no se separa de la tumba de su amo

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En redes sociales ha causado sensación un conmovedor video protagonizado por un leal perrito que ha permanecido inquebrantable al lado de la tumba de su amado dueño en un panteón de Saltillo.

Este fiel canino no ha dejado ni por un instante el sitio donde descansan los restos de su compañero humano, en el panteón Los Pinos, demostrando un vínculo indisoluble que ha conmovido a miles de personas en línea.

Este conmovedor acontecimiento tiene lugar en un panteón de reciente creación, Los Pinos, ubicado en la parte sur de la capital de Coahuila.

Allí, el canino se instala pacíficamente junto a la tumba, mostrando una gran devoción que ha llamado la atención tanto de los vigilantes como de los visitantes del lugar. Conscientes de su presencia y conmovidos por su lealtad, han asumido la responsabilidad de asegurar que el perrito reciba agua y alimento en medio de su devoto y triste vigilia.

EL CASO MÁS FAMOSO: ‘HACHIKO’

Esta historia no es única en su tipo, ya que existen otros casos notables que evidencian la profunda lealtad y apego de los perros hacia sus amos fallecidos.

Un ejemplo conocido es el caso de “Hachiko”, un noble perro de raza akita de origen japonés, quien se hizo célebre al esperar a su dueño, el profesor Hidesaburo Ueno, en la estación de Shibuya durante aproximadamente nueve años después del fallecimiento de este último.

La historia de Hachiko ha sido llevada al cine en varias ocasiones, destacando películas como “Siempre a tu lado, Hachiko” (2009) y “Hachiko Monogatari” (1987).

EL ‘CAPITÁN’ ARGENTINO

Otro caso emblemático es el del perro apodado “Capitán”, quien vivió al lado de la tumba de su amo durante más de una década en la localidad argentina de Villa Carlos Paz.

Los habitantes del lugar relataban cómo el canino deambulaba por el área durante el día, solo para buscar la tumba de su amado dueño al atardecer, donde pasaba las noches en una muestra conmovedora de fidelidad y compañerismo.

EL ENTRAÑABLE ‘BOBBY’ DE EDIMBURGO

Recordemos también el caso del entrañable “Bobby”, un perro de raza Skye Terrier que permaneció junto a la tumba de su amo durante impresionantes 14 años en la ciudad de Edimburgo, Escocia.

Bobby” fue el inseparable compañero del policía John Gray hasta la muerte de este último por tuberculosis en 1858. Después del entierro de su dueño en el Cementerio Greyfriars, “Bobby” no se movió de su lado, lo que le valió el apodo de “Greyfriars Bobby”.

A lo largo de esos 14 años, el fiel perro se convirtió en una figura querida por los habitantes de la ciudad, quienes le brindaban alimento y cariño. Finalmente, en 1872, “Bobby” falleció y descansó en paz junto a la tumba de su amado dueño.

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