Los jerarcas católicos deberán explicar cómo se procesó dentro del derecho canónico a Carlos López Valdés, ex sacerdote acusado de violación

Este día los obispos de Culiacán, Jonás Guerrero Corona, y de Colima, Marcelino Hernández Rodríguez, comparecerán como testigos ante un juzgado penal por un caso de violación de un monaguillo ocurrido en los 90.

Los jerarcas católicos deberán explicar cómo se procesó dentro del derecho canónico a Carlos López Valdés, ex sacerdote de la parroquia de San Agustín de las Cuevas, de la Delegación Tlalpan, por la violación de Jesús Romero Colín.

De acuerdo con el expediente, López Valdés violó en tres ocasiones a Romero Colín en 1994, cuando este  tenía 11 años y se desempeñaba como monaguillo en su iglesia.

En 2007 fue denunciado el caso ante la justicia civil y, ese mismo año, el Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de México inicia una investigación.

En 2013 el caso fue condenado por el Papa Francisco, quien pidió perdón en nombre de la Iglesia al contestar una carta en la que la víctima le exponía su caso.

En enero del año pasado, Romero Colín expuso que la Iglesia católica en México había sido renuente a colaborar para llevar su caso ante la justicia penal.

Ante la dilación en la que incurrió la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México, en abril de 2015 la Comisión de Derechos Humanos local emitió una recomendación para que se le diera rapidez al caso y se aprehendiera al presunto responsable.

López Valdés fue detenido el pasado 28 de agosto en cumplimiento de una orden de aprehensión librada dentro del expediente del caso, que data de 2008.

Con información de Reforma