Rodrigo desapareció cuando fue a la iglesia con su madre

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El menor de 13 años en un abrir y cerrar de ojos, se perdió

Ciudad de México.- Desde hace un mes la familia González comenzó la búsqueda de su hijo Rodrigo, de 13 años de edad, extraviado en Polanco.

Los padres y sus cuatro hijos llegaron a la Ciudad de México procedentes deCancún para que Raúl, el padre, realizará trámites en la Secretaría de Turismo.

 El 13 de mayo la mujer y sus hijos fueron a la iglesia de San Agustín, en Avenida Horacio. Ahí, en un abrir y cerrar de ojos, Rodrigo se perdió.

Su madre comenzó su búsqueda y dio aviso a su padre, quien se trasladó hasta el lugar para iniciar una búsqueda que se ha vuelto eterna.

El menor tiene 13 años. Foto Reforma

El primer obstáculo con el que se encontraron los papás fue el de las autoridades, pues luego de levantar su reporte en Locatel esperaron cuatro días para que el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) activar la Alerta Amber.

“(En CAPEA) nos dijeron: ‘ustedes van hacer el 50 por ciento del trabajo y nosotros el resto, ustedes pegarán los volantes y nosotros lo daremos de alta en el sistema'”, comentó Raúl.

“Y nos entregaron el primer volante para que le sacáramos copias y lo repitiéramos en la Ciudad”.

Así lo hicieron y mientras repartían volantes tuvieron las primeras noticias: habían visto a Rodrigo deambular por Polanco, pero no lo encontraron.

“Estábamos pegando un volante frente a una construcción que se ubica a un lado de la iglesia donde se perdió, entonces un hombre se nos acercó para decirnos que había visto a mi hijo, que tres días después de su desaparición llegó a esa construcción a pedir trabajo con tal de tener un lugar dónde dormir”, recordó.

Pasaron los días y en la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) no les dieron avances del casa del menor de edad, a pesar de que Raúl les explicó que varias personas vieron al niño en Polanco.

“Fui con mi esposa hace una semana (al CAPEA), nos recibió un licenciado de nombre Ignacio, nos preguntó si Rodrigo era víctima de maltrato, le explicamos que no y nos dijo que mi hijo ya estaba grandecito y no quería regresar con nosotros, que lo dejáramos de buscar”, mencionó el padre de familia.

A partir de entonces los padres de Rodrigo se hicieron a la idea de que las autoridades no los apoyarán, e intensificaron la colocación de volantes en toda la Ciudad esperando recibir noticias del menor, quien es de carácter noble, tiene lunares cerca del labio y al hablar tiene acento yucateco.

No están dispuestos a volver a Cancún sin su hijo. Por eso siguen hospedados en el mismo hotel de la zona de Tacuba, confiados en encontrar a Rodrigo.

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