¿OIGA USTED… VIOLENCIA!

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Por El Bicho Politicón

Hace diez años este Bicho era un entusiasta apoyador de la salida del ejército de sus cuarteles para combatir al “crimen organizado” y es que no era para menos, los delitos de alto impacto parecían imparables y en aumento (ahora ya quisiéramos aquellas cifras), la sensación de inseguridad se percibía en el aire, se habían realizado marchas donde cientos de miles de personas exigían un freno a la violencia.

Acaba de caer en mis manos un estudio del Senado de la República donde da cuenta que en realidad “no existía una crisis de seguridad que justificara el despliegue simultáneo de operativos con las Fuerzas Armadas”, me lo sospeché desde un principio, todo en aquel momento era parte de otra guerra: Vicente Fox vs López Obrador.

Bueno, regresando al tema, aquellos años del 2006, 2007 parecían caóticos, por lo que el anuncio de Felipe Calderón de enfrentar con firmeza, es decir, con el ejército al crimen organizado fue tomado con muchas esperanzas de que transitáramos a la paz y tranquilidad de los años de la inocencia. Diez años después el recuento de los daños son inacabables.

Información publicada por la Secretaría de la Defensa Nacional en diciembre de 2016 señala que, en el presente, 52 mil soldados participan en los operativos antinarco iniciados hace diez años, sin embargo, según el estudio del Senado, hasta ahora no existe información oficial “que permita evaluar a cabalidad el desempeño y los resultados de los operativos” militares.

Podemos, sin embargo, hacer un somero recuento del horror en que se ha convertido mi patria: doscientas veinte mil muertes, la misma cantidad que hubo en Colombia en 52 años de guerrilla; todos los días se descubre una fosa clandestina, la cantidad de desaparecidos es impresionante: se habla de hasta 26 mil personas de las cuales no se tiene noticia.

Los grupos criminales crecieron más de 1000 %, en un 30 % de los municipios del país la población está descendiendo, es decir, el desplazamiento por motivo de la violencia de da en 3 de cada 10 municipios.

Como podemos ver, la esperanza de un país en paz se ha desvanecido, convirtiéndose en una verdadera pesadilla, es pues necesaria una nueva forma de combatir la violencia, los programas que impulsen el empleo, el estudio, actividades de entretenimiento parecen ser la alternativa que tenemos a tanta violencia, pero ¿quién es el valiente que regrese al ejército a sus cuarteles?

Pues eso.

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