Por el temor de la PGR a que la ex líder del SNTE, Elba Esther Gordillo, pueda fugarse desde el edificio contiguo al departamento en el que se encuentra recluida en la colonia Polanco de la Ciudad de México, un juez federal ordenó limitar sus comunicaciones y visitas.
En este sentido la PGR considera que, desde que Elba Esther fue trasladada ahí, los elementos de la Agencia de Investigación Criminal no han podido ingresar a verificar el inmueble y descartar que se pueda facilitar la sustracción de la acción de justicia de la ex lideresa.
“Hasta hoy no se ha permitido al personal de la Agencia de Investigación Criminal realizar una revisión en el interior del inmueble de referencia y poder descartar que tenga conexión con algún inmueble contiguo o bien del mismo edificio y que pudieran facilitar la sustracción de la acción de la justicia de la procesada”.
La petición de la PGR al juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales aseguró que los policías que custodian el lugar que pueden pasar largos periodos sin que tengan contacto visual con Gordillo, por lo que insisten en que se le coloque nuevamente el brazalete electrónico que le fue retirado durante su primer semana de prisión domiciliaria.
“En virtud del contenido del informe rendido por los elementos de la Policía Federal Ministerial donde se advierte que pasan periodos prolongados sin que se tenga contacto visual con la procesada Elba Esther Gordillo Morales y el hecho de que lleguen personas a visitarla no implica que ella esté dentro del inmueble y que sea solamente un distractor, por eso se requiere y se reitera la imperiosa necesidad de la colocación del brazalete electrónico como la única medida objetiva y que garantiza la secuela procesal”, indicó la PGR.
Además, señalan que la influencia de Elba Esther como líder sindical podría “desestabilizar la paz y seguridad del Estado Mexicano”.
En el documento que fue presentado el pasado 8 de febrero al juez, agrega:
“Resulta imperioso que se establezca un régimen de control de comunicación para dar cumplimiento de gorma adecuada a la medida de seguridad concedida en su momento y evitar un descontrol que permita perder el sentido y esencia de la prisión preventiva domiciliaria”.
La Procuraduría señala que más que una prisión domiciliaria, Elba Esther tiene una oficina de despacho.
“Esta representación social estima que la procesada en lugar de tener una prisión domiciliaria tiene una oficia de despacho en donde atiende a un sinfín de personas, desconociendo para qué fines”.
Ante esto, piden que se extremen las medidas de seguridad “únicamente para que el adulto mayor no abandone dicho domicilio”.
