Renato Tronco Gómez: Crónica de una conferencia anunciada

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Gustavo Martínez Contreras

La espera

Estaba puntual a la cita: 10:00 a.m., lugar: hotel Terranova de Coatzacoalcos. Solo un puñado de periodistas que no indicaba absolutamente nada. Saludos afectuosos entre colegas, abrazos, sonrisas… chacoteo.

Por mensajes de WhatsApp sabemos que viene una numerosa caravana desde Las Choapas acompañando al hombre del día: Renato Tronco Gómez, “La Reata que no Revienta”.

Personalmente no lo conocía, sabía de él por las reseñas periodísticas y de algunos amigos. Traté de no prejuzgar, de aquél diputado que tuvo la puntada de hacer un concurso para buscar a su doble para que lo representara en el congreso local, al tipo bonachón que dicen los amigos que es, “se quita la camisa por un amigo”.

Para las 10:50 el hotel ya era un hervidero de medios de comunicación, los huéspedes asombrados buscaban a la luminaria que esperábamos, preguntaban “¿quién viene?”, la respuesta: “Renato Tronco”, no les decía mucho y se iban.

El hombre que por enfrentar al sistema duartista se comió dos años, dos meses y 16 días en el exilio por la persecución política de la que fue objeto estaba a punto de hacer su arribo triunfal, poco después de la hora pactada de las 11 de la mañana aparecieron las primeras camionetas de la caravana.

El arribo

De una de ellas bajó un tipo de estatura media, más flaco que robusto, vestido casualmente: vaqueros azules y playera tipo polo azul con manchas blancas. “¡Tiene barba!” se escuchó decir entre la ya multitud de periodistas que se empezaron a arremolinar a su alrededor.

Un sonriente Renato Tronco se dejaba querer, no dejaba de responder a las preguntas que se le hacían, aunque para un servidor eran inaudibles sus dichos. El comején se empezó a mover hacía el salón donde sería la conferencia de prensa, en algún momento del recorrido algunos periodistas tropezaron con una mesa, a lo que jocoso Tronco comentó “Seguro van a decir que es mi culpa”, sonoras risas obtuvo por respuesta.

La conferencia

Ya instalados, el caos de periodistas daba paso a sus primeras palabras: Voy a leer un comunicado, ya no acostumbro a leer pero ahora sí lo voy a hacer, sé que hay miles de preguntas, yo también tengo miles de respuestas y empezó la lectura de unas cuantas cuartillas, le agradece a dios, a su familia, a los medios de comunicación.

Se le nota que quiere abarcar en cada frase esa ausencia prolongada, dice que en su momento le ganó al sistema, recordó que hizo una alianza con Fidel Herrera, que llevó muchas obras a Las Choapas. Le agradece a un marino que le avisó de los planes que se tenían en el gobierno estatal de detenerlo y mantenerlo encarcelado o desaparecerlo.

Apuntó que denunció el saqueo a manos llenas de la administración duartista y que fue amenazado por Javier Duarte, Erick Lagos, Arturo Bermúdez Zurita, Luis Ángel Bravo, Ranulfo Márquez, Gerardo Buganza, Tomás Ruíz y otros elementos más del grupo delincuencial que estaba a cargo del estado.

Tronco y la política

De una manera franca contestó que a Veracruz le hace falta alguien que tenga yemas y que sí se ve en la boleta electoral en el 2018, un poco apresurado por las preguntas señala su visión política: las ideologías le importan un cacahuate, lo que realmente vale la pena es hacer las cosas bien, práctica mata teoría.

Dice que ha tenido acercamientos con Movimiento Ciudadano, pero que va a platicar con Morena ya que le parece una vía con la que se identifica más, aunado a que en estos momentos el tronquismo fue abanderado por el PT que va en alianza con el partido del Peje, del cual hizo tal descripción que no me quedó claro si es amigo o enemigo del tabasqueño, en todo caso dice que es el menos peor.

Asegura que participará en la encuesta de Morena y que si pierde él apoyará sin problemas a Cuitláhuac, quien desde mi perspectiva la tiene amarrada, por lo que veo a Renato peleando por la diputación federal con el PT.

Renato y la ausencia

“La Reata que no Revienta” estuvo ausente más de 800 días, tiempo en el cual adquirió la personalidad que le vemos, solo que según su dicho usaba traje, mayormente se la pasó en Monterrey, pero también viajó a Guanajuato, Oaxaca y Chiapas. Le agradece a Javier Duarte por haberlo perseguido ya que eso le permitió aprender otros oficios tales como talabartería, herrería, soldadura. Señala que la camioneta que trae él la equipó con sus propias manos.

El estar lejos de la familia fue lo más duro que le ha tocado vivir, pero también lo que le permitió graduarse en la universidad de la vida, conoció a muchas muy buenas personas y le permitió ponerse a leer, algo que no hacía antes, por lo que está muy bien documentado del acontecer nacional y del veracruzano en particular.

Renato y sus fans

Debo decir que Tronco es un caballo desbocado, tiene tal estrella que todo le festejan, dice que no es pastor pero sus seguidores lo ven como un redentor, dice que buscará una extraña alianza con todos los credos religiosos, y digo extraña ya que la constitución marca que somos un estado laico, pero para los seguidores eso es lo de menos.

Cuando terminó la ronda de preguntas y respuestas me llamó la atención lo ocurrido, no dudo que sus seguidores hallan estado ahí por el amor que le profesan, pero el besamanos final me hizo recordar los más arcaicos tiempos priistas del Tlatoani todo poderoso y mira que ahora solo tiene su capital político intacto.

Epílogo

Un hombre con mucho carisma, con empuje, con más intuición que conocimiento y sí, lo veo en un futuro como gobernador del estado, eso lo tiene como meta no como obsesión (por ahora), me queda clarísimo que su vida es la política, es su elemento y con ese ímpetu le va a hacer muy bien su inclusión en las campañas del próximo año.

Ojalá se dé la alianza Morena-Tronco, me parece que son un matrimonio destinado a estar juntos ya que los dos se verían muy beneficiados.

Para este humilde narrador el regreso de Renato Tronco va a ser un refresh para la política local, se necesitan personas que te hablen de frente, veo a un tipo maduro, quizá no le alcance para una candidatura a la gubernatura, tal vez sea mejor la senaduría (aunque también la tiene difícil con Rocío Nahle), una diputación federal le quedaría como anillo al dedo para ir preparando su camino a la gubernatura en el 2024. Pero como él dijo: “Los únicos tiempos perfectos son los de dios”.

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