Por El Bicho Politicón
Ante la reciente detención de Xóchitl “N” por autoridades veracruzanas se desprende que sí usted va a recibir ‘regalitos’ de alguien, digamos un gobernador, le tiene que preguntar el origen de los recursos con los que solventó el regalo, de lo contrario puede ser inculpado de enriquecimiento ilícito.
Porque quién en su sano juicio va a pensar que un gobernador no va a tener tres pinchurrientos milloncitos debajo de su colchón, sobre todo si utilizas el colchón junto con el gobernador para checar la resistencia de los resortes.
Pues parece que Xóchitl se sentía más que halagada por los regalos de “Javier, el millonario seductor y cleptómano” y se daba la buena vida a costillas de todos los veracruzanos, pero claro que ella no lo sabía, ajá.
La telaraña en torno de la candidata eterna (nunca ganó una elección) se da entre idas y venidas (reales o ficticias) del PAN al PRI y viceversa sin saber bien a bien sus filias o fobias partidistas, porque todo indica que también jugaba en la cancha de los Yunes.
Mientras tanto (como sale en las novelas) allá, lejos, en un lujoso hotel (¿hay de otros?) de Londres, Inglaterra, una abnegada esposa sigue escribiendo en su diario “merezco abundancia” y por ahora, las procuradurías (estatales y federales) hacen mutis y no le tocan los millones por los que tanto peleó en las juntas de gabinete.
Ante todos los indicios de la participación de Karime en la red de corrupción de “Javier, el millonario seductor y cleptómano”, la detención de Xóchitl “N”, parece más una persecución moral que jurídica o, ¿será que fue Karime la que cobró los 15 millones de recompensa por entregar a su coscolino esposo e incluyó en el pacto a la amante?
Aunque parece de mala telenovela de televisa, el que Karime se esté paseando impunemente por el mundo parece fruto de un arreglo en lo oscurito.
Una recomendación, su usted se va a meter con algún político y le hace muchos regalitos, pídale que vayan acompañados por su “3 de 3” o ya de perdida con su declaración patrimonial para que no la/lo vayan a acusar de enriquecimiento ilícito.
Pues eso.
